Visitando el hospital del Seguro Social – Cuenca
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados”, nos enseñó el Salvador en el Evangelio de San Mateo. La desconsolación es una de las grandes cruces que en esta vida nos toca sufrir. Con la intención de ser instrumentos en las manos de Dios jóvenes aspirantes a los Caballeros de la Virgen, hicieron una visita a las personas que deseaban, con la imagen de la Santísima Virgen de Fátima en el Hospital del IESS, llevando el consuelo y la alegría que nacen del Corazón Inmaculado de María.
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