Imaginemos una bella catedral, cuyos pilares se asienta en roca sólida. En la punta de su cúpula, hay una piedra angular que sustenta toda la construcción. Por un efecto extraordinario cualquiera, con el pasar del tiempo, tanto la roca que está bajo los fundamentos cuanto la piedra angular se transforman en dos lindos topacios… Tal […]
Estás navegando por los archivos de