Con mucha alegría y devoción, fieles de la parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en el suburbio de Guayaquil, recibieron a la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima. Los Heraldos del Evangelio ayudaron con los cantos durante la celebración de las misas y además animaron las procesiones en honra a la Madre de Dios.

El párroco agradeció la presencia de un Heraldo sacerdote que colaboró con las confesiones durante todo el día.