Celebrar la Navidad no es el festejo de algo meramente social o filantrópico. La Navidad encierra un misterio que Dios entrega a la humanidad año tras año: es el nacimiento del Divino Salvador por medio de Su Santísima Madre. ¿Qué buscamos en cada Navidad? La respuesta es muy simple: Paz.  Aquella paz es la participación de la alegría del Niño Jesús, que se refleja en una santa.

En una ceremonia llena de alegría y paz, los Heraldos del Evangelio, junto a amigos y participantes, celebraron una misa en Homenaje al Niño Dios. Con la presencia de más de cuarenta monaguillos, que al final de la Eucaristía elevaron sus voces al cielo para cantar algunos villancicos, canciones tan propias de este tiempo.