A lo largo del mes de octubre, familias participantes del carisma de los Heraldos del Evangelio se prepararon para, según costumbre muy propia en nuestro país: Consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús.

En una bonita ceremonia padres, abuelos, hijo e hijas, se entregaron al Sacratísmo Corazón, rezando la Consagración escrita por Santa María Margarita Alacoque.