Aparentemente es un simple cuadro de una más de las innúmeras devociones a la Santa Madre de Dios, pero si nos detenemos en sus detalles, veremos que la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro está llena de simbolismos y significados.

Midiendo 53 por 41,5 centímetros el ícono fue producido en el estilo bizantino en madera sobre un fondo dorado.
En la época en que la obra fue ejecutada, durante el Imperio Romano, los artistas utilizaban el oro o simplemente su color para retratar solo las grandes personalidades.

Según la tradición el cuadro fue pintado por un artista hasta hoy desconocido que, a su vez, se inspiró en una pintura atribuida a San Lucas.

El ícono es rico en detalles y a cada uno de ellos es atribuido un significado, una simbología, un mensaje.

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He aquí algunos de esos detalles:

1 – Abreviación griega de “Madre de Dios”.

2 – Estrella en el velo de María, la Estrella que nos guía en el mar de la vida hasta el puerto de la salvación.

3 – Abreviatura de “Arcángel San Miguel”.

4 – Corona de Oro – El cuadro original fue coronado en 1867 en agradecimiento de los muchos milagros hechos por Nuestra Señora; se tituló “Perpetuo Socorro”.

5 – Abreviatura de “Arcángel San Gabriel”.

6 – San Miguel presenta la lanza, la vara con la esponja y el cáliz de las amarguras.

7 – La boca de María es pequeñita, para guardar silencio, y evitar las palabras inútiles.

8 – San Gabriel con la cruz y los clavos, instrumentos de la muerte de Jesús.

9 – Los ojos de María, grandes, dirigidos siempre para nosotros, a fin de ver todas nuestras necesidades.

10 – Túnica roja, distintivo de las vírgenes en el tiempo de Nuestra Señora.

11 – Abreviación de “Jesucristo”.

12 – Las manos de Jesús apoyadas en la mano de María, significando que por ella nos vienen todas las gracias.

13 – Manto azul, emblema de las madres en aquella época. María es la Virgen – Madre de Dios.

14 – La mano izquierda de María sustentando Jesús – la mano del consuelo que María extiende a todos los que a ella recurren en las luchas de la vida.

15 – La sandalia desatada – símbolo tal vez de un pecador unido todavía a Jesús por un hilo -el último-, la devoción a Nuestra Señora.

El fondo del cuadro es de oro, de él brillan reflejos cambiantes, matizando las ropas y simbolizando la gloria del paraíso a donde iremos, llevados por el perpetuo socorro de María.

Asustado por la aparición de los dos ángeles, mostrándole los instrumentos de su muerte, Jesús corre para los brazos de su Madre, y con tanta prisa que se desató el cordón de la sandalia… Nuestra Señora lo abriga con ternura y el Niño Jesús se siente seguro en los brazos de su Madre. La mirada de Nuestra Señora no se dirige al niño, sino a nosotros – pidiendo a los hombres que eviten el pecado, causa del susto y la muerte de Jesús. Las manos de Jesús están en la mano de María para recordar que Ella es la Medianera de todas las gracias.

Por Emilio Portugal Coutinho

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