Las calles del centro de la ciudad de Cuenca se llenaron de fieles y devotos de la Inmaculada Concepción. Las plegarias y los cantos en honra a Nuestra Señora se hicieron sentir durante la procesión que recorrió varias calles hasta llegar a la imponente Catedral. La escuela de monaguillos de los Heraldos del Evangelio ayudó a solemnizar esta importante fiesta mariana.