Desde muy temprano, fieles del pueblo de Yaruquí acudieron a la Santa Misa que se celebraría en honra de la Madre de Dios en su advocación del Inmaculado Corazón de María. Los Heraldos del Evangelio colaboraron con la animación litúrgica; además, ayudaron con el rezo del santo rosario durante la procesión después de la Eucaristía.
Las misiones continuaron durante el resto de la mañana y tarde. Los hermanos heraldos ayudaron en otras eucaristías, y también impartieron una charla de catecismo para niños. Finalmente, como despedida de la imagen peregrina de la Santísima Virgen, se recorrió las calles de la parroquia en una “procesión de luces”. Para los asistentes, se repartió como recuerdo una pequeña estampa de Nuestra Señora.

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