La imagen peregrina del Inmaculado Corazón de María recorrió las calles de un barrio del valle de Tumbaco al este de Quito. Los Heraldos del Evangelio prestaron su ayuda a catequistas de la parroquia para realizar una misión de casa en casa promoviendo la fe e incentivando la devoción a la Madre de Dios a través de la oración.